El Mercantilismo y Neoliberalismo
El Mercantilismo y el Neoliberalismo
El
Mercantilismo
El mercantilismo se puede
definir en general como el conjunto de teorías, prácticas comerciales,
políticas y regulaciones estatales que se dieron en función de desarrollo del
capitalismo comercial europeo en el periodo comprendido entre el fin de la Edad
Media y mediados del siglo XVIII, y que configuran un nuevo movimiento
ideológico en el que la principal connotación es la identificación de la
riqueza de la nación con la actividad y crecimiento de su comercio, tanto desde
el punto de vista interno como del externo.
En pocas palabras es un
sistema económico en el cual los metales preciosos constituyen la riqueza
esencial de los estados.
Para agregar todas aquellas
interpretaciones, objetivas y subjetivas, que se dieron en todos los países y
regiones Europeas durante esta etapa se
integraron en ese concepto general: MERCANTILISMO.
Reseñas
de los principales autores mercantilistas
La Escuela de Salamanca: En el siglo XVI, la economía se expandió
debido a las riquezas que llegaban por la explotación de minas de oro y plata
en las indias. Este flujo significo un alivio para la corona española, aunque
también desde mediados de siglo, un
alza en los precios.
Para responder a los
problemas morales que generaban en los comerciantes la inflación, los préstamos
usura, los cambios internacionales y las acuñaciones desmesuradas de moneda, surgió
un grupo de profesores de teología moral conocido como la escuela de Salamanca.
Sus principales autores e ideas fueron:
Francisco
de Victoria: Que expone elementos de la teoría subjetiva
del valor y expresa su desagrado por las reglamentaciones de precios que
establecían los gremios.
Martin
Azpilcueta: Reconoce que el dinero es una inversión muy necesaria.
El fin principal del dinero es poder comprar y vender con el precio las cosas
necesarias para la vida. También señala que el dinero vale más donde y cuando
hay falta de él, que donde y cuando hay abundancia.
Domingo
de Soto: Establece en su obra algunas conclusiones como el
precio de los bienes se determina por la medida en que satisfacen necesidades y
que el justo precio debe considerar la demanda, así como su abundancia o escazes
el riesgo de la transacción, las ventajas o desventajas para los vendedores y
aquello que parezca prudente.
Juan
bodino (1529-1596): Fue un destacado intelectual francés que
desarrollo sus ideas en los campos de la filosofía, el derecho, la ciencia
política y la economía.
Juan fue también un
mercantilista, partidario de un sistema de protección estatal para nacional.
Para destacar Martin
Azpilcueta y Tomas de Mercado relacionaron la revolución de los precios con la
llegada de metales preciosos de la colonia de América.
William
Petty (1623-1687).Destacado filósofo, medico, estadístico
inglés. Estudio medicina y se hizo médico, en las universidades de Leiden,
Paris Y Oxford.
Sus aportes a la teoría del
estado, en particular mediante el concepto de soberanía, han sido de gran
importancia para la modernidad y conservan en gran medida su valor.
Antoine
de Montchretien (1575-1621). Dramaturgo y economista francés.
Sus trabajos de carácter
económico se basaban en gran parte en las ideas de Jean Bodin, aunque sus tendencias
eran más pronunciadas hacia el mercantilismo. Su obra más conocida es tratada
de economía política (1615), no solo por su interesante contenido, sino por ser
la primera vez que se usaba el término economía política, del cual Montchretien
puede considerarse al creador.
Ideas principales o
contribuciones a la economía: Su aporte fue uno de los más importantes en la
vida de la economía, pues uso por primera vez la expresión “economía política”,
entendiendo por tal, una ciencia de carácter práctico que conformaba parte de
la política, o sea, del arte de dirigir los negocios públicos y que correspondía,
más o menos, a lo que hoy entendemos por política económica.
Jean
Baptiste Colbert (1619-1683).Excelente gestor, desarrollo
el comercio y la industria con importantes intervenciones del estado con el
objetivo de adquirir oro, producto del que Francia carecía.
Thomas
Gresham (1519-1579). Financiero Ingles. Empleo su fortuna en la
construcción de una bolsa para los
mercaderes londinenses, la royal Exchange. Se le asocia una ley en la cual
formula que en una situación en las que circulan dos tipos de moneda, “la moneda
mala desplaza a la buena”.
Tomas
Mun (1571-1641). Mercantilista inglés. Fue el director
principal de las compañías de las indias orientales y el principal
representante del Mercantilismo en Inglaterra. Partidario del libre comercio
exterior, su objetivo más importante fue el crecimiento del tesoro de
Inglaterra a través del comercio exterior.
La balanza comercial fue unos de sus mayores
aportes teóricos.
Antonio
Serra. Fue un economista Napolitano, que vivió a finales del
siglo XVI y principios del siglo XVII.
Perteneciente a la misma Monarquía Hispánica de los Hasburgo y enfrentados a los mismos problemas
económicos, ligados a la revolución de los precios del siglo XVI y la crisis
del siglo XVII.
Realizo sus estudios
universitarios, y se doctoro en teología y derecho. Llamado a trabajar en Nápoles,
se aplicó a resolver los enormes problemas sociales y económicos creados por el
sistema virreinal.
Escribió su única obra en la
cárcel, esta obra trata de las causas que pueden hacer que abunde el oro y la
plata en los reinos que no tienen minas, que trata de la escasez de moneda en
el reino de Nápoles, y que dedica al virrey Pedro Fernández de Castro y
Andrade.
Se ha llegado a decir que él
fue el primero en analizar y comprender plenamente el concepto de balanza de
pagos, tanto para bienes visibles como para movimientos de capital y pagos por
servicios.
PRINCIPALES
RASGOS DEL MERCANTILISMO
Doctrina
Nacionalista. La esencia del mercantilismo es egoísta y
excluyente, y tiene y tiene como punta de lanza la idea del enriquecimiento de
la nación en particular, y no de todas al mismo tiempo.
En el contexto histórico de
la primera fase del mercantilismo se puede determinar que si unas naciones
están ganando un excedente es a costa de lo que otras están perdiendo por el
impacto de la competencia y la guerra de precios, los monopolios, privilegios y
exclusividades a que el gobierno respectivo promueve, al tener que trasladarles
una parte de sus riquezas por intercambio del comercio desigual y desventajoso
que llevan a cabo entre sí.
Doctrina Empírica. Básicamente el comerciante necesita de reglamentaciones
favorables con el estado y grandes privilegios proteccionistas, aprovechando
que los monarcas y sus reinos dependen financieramente de él.
Se puede decir que la
finalidad se dirige a influir y a manejar tres grandes asuntos: mercado, precio
y transporte, conceptos que, integrados, enmarcan al aspecto más trascendental
de su racionalidad económica. Veamos una idea de cada uno:
Mercado. La
función del mercado como tal es promover los bienes y servicios al intercambio.
O sea que lo primero y esencial es el comercio, y el medio para lograrlo es la
producción donde lógicamente se están invirtiendo los términos, posición que
influye en el manejo económico y político que el estado hará de la actividad
agrícola y manufacturera.
Al mismo tiempo, a medida
que las colonias americanas van tomando su propio ritmo de vida, alimentadas
incluso por el mismo flujo de población europea, se va perfilando la dominación
subyacente de la esencia del mismo sistema colonial, en cuanto a la predeterminación deliberada de la vocación
agrícola de sus economía para cumplir con la doble función que se le asignara a
estos territorios, por un lado asegurando materias primas y abundantes y
baratas, y por el otro demandando la producción manufacturera europea, hecho histórico determinante del
comportamiento actual de la economía del nuevo mundo en cuanto a su situación
de subdesarrollo y dependencia.
Precios. La
ganancia del comercio es básicamente la diferencia entre precios de compra y
precios de venta, y para esta época el objetivo del comerciante es comprar lo más barato que pueda y por
consecuente ofrecer el producto al precio más alto que pueda.
Transporte. Acá
se incluye la importancia no solo del as visa de comunicación terrestres apenas
en construcción a la época, para servir internamente a la distribución de ese
gran volumen de mercancías, sino también la red de navegación interoceánica
tanto física como de logística, que será tan importante, por ejemplo, para
asegurar el poderío de Holanda e Inglaterra.
No olvidemos el papel
trascendental de Holanda no solo en el aspecto financiero, sino también como el
centro de producción de la infraestructura marítima y como la gran bodega o almacén
de Europa en su proceso de flujo y distribución internacional de bienes.
Doctrina
colonialista y expansionista. La historia nos muestra
que los grandes imperios de la antigüedad se formaron a la fuerza. Con
invasiones y confrontaciones permanentes, en las que el poder militar y la
industria de la guerra eran las características predominantes. A veces los
territorios ocupados se volvían una derivación del tipo de economía
predominante en la metrópoli, y extendían a él sus costumbres y cultura en
forma tal que se constituía un factor de fortalecimiento de sus condiciones de
progreso y evolución, pero si cambiarla esencialmente, o sea, mantenían el
proceso interno de su desenvolvimiento y de sus tendencias.
En la época que tratamos es
evidente que llegamos a una nueva modalidad de ese imperialismo expansionista,
cuando Europa se lanza sucesivamente a través de cada imperio mercantilista a
la conquista y dominación del mundo nuevo, pero con estrategia cultural,
metodología e inspiración diferentes, en las que el frente de ataque se
desplaza de lo estrictamente militar y guerrero de antes, a una acción más
económica y comercial, precisamente porque los soberanos son conscientes de que
el verdadero poder estructural lo da el tamaño del mercado.
Doctrina
anti-consumidor. Llamada así porque enfoca todo su análisis y atención en el problema
del enriquecimiento del comerciante y el del estado, pero no defiende ni
considera el problema del consumidor como fin último de la economía política,
ni tampoco explica el papel trascendental del consumo en el comportamiento del
mercado y en la economía en general. En ese sentido esta doctrina deja un
enorme hueco en el enfoque ético del desarrollo de la sociedad económica,
tomado en forma global e integral.
El
Neoliberalismo
El neoliberalismo hay que asociarlo
necesariamente con el resurgir de la teoría liberal clásica del mercado en el
mundo occidental de la década de los 80 del siglo pasado a causa del
desprestigio del modelo intervencionista cuya acción se atribuye a Keynes, y
que llevo a que la política económica de Estados Unidos e Inglaterra se
orientara en esos años cada vez más a decisiones abiertamente renovadoras en
dicho contexto, en armonía también con lo que la misma ciencia económica de
esos países estaba elucubrando y reflexionando desde el ámbito académico e
intelectual, a través de los aportes de los más connotados economistas e
investigadores.
El neoliberalismo se puede
definir como el conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que
defiende la no participación del estado en la economía, dejando por fuera
cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin
subsidio del gobierno.
Escuelas
Neoliberales
La
Escuela de Chicago. Defendió fervientemente el libre mercado e
impulso una visión macroeconómica en la que se defendió con vehemencia el
monetarismo en contra del keynesianismo, la cual impacto profundamente en
muchos países en los años 80 y en los 90 fue su mayor auge.
Muchas de las políticas en
el banco mundial y del fondo monetario internacional están inspiradas en sus
principios.
Escuela
Austriaca. Los principales representantes fueron: Friedrich Von
Hayek (1899-1992) Conocido como el padre del liberalismo moderno, premio nobel
de economía en 1974 y un profundo crítico de la economía planificada y del
socialismo.
Ludwig
Von Mises (1881-1973). Economista y filósofo social, considerado
el decano de esta escuela, con importantes aportes a la teoría monetaria. Uno
de los más grandes pensadores del siglo XX.
Escuela
del Estado “Mínimo” (Minarquismo). Ideología política y
económica defensora del gobierno mínimo, solo lo necesario para proteger la
libertad y propiedad privada. Uno de sus grandes creadores fue Robert Nozick
(1938-2002), filósofo y profesor de la Universidad de Harvard, autor de
“Anarquía, estado y utopía”, obra clásica que en buena parte defiende la
libertad individual y va en contra del exceso del tamaño del estado.
Comentarios